El uso de SEO y SEM básicamente nos ayudan a optimizar el posicionamiento de nuestra marca en los buscadores para lograr mejorar la visibilidad, uno de manera orgánica y otro de forma pagada. Aunque no es tan fácil estar en los primeros lugares de búsqueda de la red, con estrategias y algunos elementos es posible lograrlo, tal como conversamos en la clase, para ello es necesario que los usuarios tengan contenido de valor, buena experiencia al momento de navegar en nuestra web (velocidad de carga de la página es muy importante), y el uso de palabras claves.
Para mi ambos son de suma importancia, quizá el SEO da resultados a largo plazo por el esfuerzo que hay que realizar para lograr el posicionamiento con estrategias bien claras, creación de contenido de valor y constante, involucramiento de la marca de acuerdo a los resultados arrojados por los motores de búsqueda; mientras que el SEM, por tratarse de campañas publicitarias con pagos permite ver resultados más rápido, dígase corto y mediano plazo.
Las ventajas que ofrece la analítica web son múltiples, en vista que sirve de referencia para conocer cómo se comportan los usuarios en las redes, dígase, el tiempo que ocupa en cada red, el tipo de contenido que busca, es decir, que permite tener unos objetivos más claros al momento de elaborar un plan de marketing con estrategias bien claras y definidos.
Para mí, la analítica web da una radiografía de los usuarios, lo que nos permite mejorar la forma como nos comunicamos a través de la web, cómo nos dirigimos a los consumidores, mejorar la imagen de nuestra marca y la experiencia de los usuarios al momento de navegar.
Además, tal como reza el dicho “lo que no se mide, no se mejora” y en estos tiempos donde las organizaciones, productos y personas deben mantener una mejora continua, la analítica web funge como una herramienta super interesante para el desarrollo de los objetivos y estrategias.